miércoles, 12 de noviembre de 2014

Leyenda Inca

Leyenda Inca



A la entrada de Arequipa, cuidad ubicada al sur de Perú, existe hasta hoy, un enorme monolito de piedra que según cuentan antiguas leyendas incas es el cuerpo petrificado por un extraño sortilegio del músico mas famoso de la corte del inca Pachacutec. En su quena especie de flauta de origen Inca, en las noches de luna llena bajo el diáfano y estrellado cielo este músico tocaba unos hermosos y tristes yaravíes que hacían llorar lagrimas de amor a las piedras. Killari era el nombre de la hermosa princesa hija del Inca, que escucho esa hermosa melodía que inundaba todo el aire haciendo que su corazón se llenara de amor y de dicha, cuando la escuchaba, el tiempo se paraba, parecía que hasta las aguas del rio Chili dejaban de fluir, ella tenia que conocer, tenia que ver quien tocaba en su quena esa hermosa melodía llena de amor y dulzura, se puso de acuerdo con su aya y cuidadora Cusi Coullur para que en la siguiente luna llena escapara del palacio , llegado el día,Killari siguiendo el sonido del hermoso yaraví que tocaba esa noche Takiri una dulce y triste melodía que le hacia sentir que el corazón se le cerraba como un puño, asustada y trémula siguiendo el origen de la melodía se acerco a escondidas procurando no delatarse para no asustar al joven músico se quedo muy quieta esperando que terminara la melodía, lagrimas de amor asomaban a sus ojos, el tiempo se había detenido, cuando de pronto Takiri dejo de tocar su quena, había descubierto que estaba siendo observado por una hermosa Ñusta, ataviada como una princesa, se acerco a ella y conversaron durante un largo rato, el corazón de ella latía aceleradamente, el sabia que por su humilde origen no existía la mínima posibilidad de que esa amistad prosperara , ella estaba embelesada, se había enamorado de aquel músico, sabia que las leyes y costumbres estaban en su contra, pero contra el amor no hay ley que tenga valor. Se separaron y prometieron verse nuevamente en la siguiente luna llena, ella espero pacientemente para volver a reunirse con su amado músico, tanta era su alegría que este detalle no paso desapercibido para los curiosos ojos del Tukuyricuy del Inca y observo a la Ñusta percatándose que la noche de luna llena se preparaba a escapar del palacio. La siguió y descubrió que se reunía con Takiri el músico, inmediatamente como era su obligación se lo contó al Inca Pachacutec y este ordeno que su hija se fuera al Cuzco la capital del imperio Inca, Killari solo le pudo transmitir el mensaje que la esperara que ella volvería y se reunirían para siempre, el sabia que eso seria imposible había cometido el terrible error de amar a una princesa siendo el un plebeyo, desconsolado las melodías que tocaba eran mas y mas tristes cada día, esperó y espe siempre tocando en el mismo sitio a la entrada de la cuidad esperando que su amada Killari regrese, le pidió a los Dios sol Inti y a la Diosa Luna Killa que lo convirtieran en piedra para esperar eternamente a su amada, el deseo le fue concedido y se transformo en un enorme monolito de piedra, desde ese día se le conoce como Rumi Uakanna que quiere decir piedra que llora, aun hoy cuando pasas por esa entrada a la cuidad de Arequipa en las noches de luna llena se escucha las hermosas melodías que te hacen sentir y pensar que el amor es imperecedero, que no tiene tiempo ni limites. Que aunque pasen los años el amor limpio y puro entre Killari y Takiri seguirá perdurando por toda una eternidad.


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